Es la semana de la lectura y me propusieron hacer un taller de magdalenas decoradas para la clase de mi hija mayor. Yo, ni dude. ¡Por supuesto! como no lo iba hacer. Para mi niña y a la vez realizar mi hobby favorito, pues encantada.
Estuve mucho tiempo planeando mi taller, ¿Que voy hacer? La indecisión me perseguía, y sino les gusta, se aburrirán, relacionado con la lectura....Ainss que lío.
Nada, decidí que todo se resuelve poco a poco y deje transcurrir el tiempo. Ya había madurado mi idea y dio sus frutos. Magdalenas de fondant con adornos de libros y lo demás se lo deje a la creatividad e imaginación de los niños. Todo un éxito y ellos unos ¡Artistas!
Pero como no hay una sin dos y dos sin tres, decidí hacerlo también para la clase de mi hijo de 3 años y para la clase de al lado. Me he metido en un gran berenjenal. No importa, yo puedo con todo o por lo menos lo intenté.
A ellos no le iba hacer las magdalenas adornadas con libros ya que lo consideraba muy difícil para tan corta edad. Decidí hacerlas de bichitos: mariquitas, abejitas, orugas, caracoles....
A la vez que la hacía fui reduciendo la plantilla de insectos ¡ Tenía over booking de bichitos!
No me cogían tantos en la tarta. Me quede con las abejitas y las mariquitas. Eran más monas y sobre todo más fáciles de hacer para niños de 3 años.
Eran muchas magdalenas para tantos niños. Opte por lo fácil, comprarlas hechas y nosotros solo decorarlas. Para los pequeños pusimos nocilla encima ( me ayudaron muchas madres, un beso para todas) y fideos de colores de chocolate. Hicimos dos grupos y unos hicieron mariquitas y otros abejitas, que pegaron a la magdalena. Las colocaron todas encima de una mesa que habíamos puesto para la ocasión y yo añadí mi toque personal, MI TARTA FONDANT DE BICHITOS.
Hice un bizcocho de yogur y lo rellene de nocilla por dentro. Lo cubrí con crema de mantequilla y lo forre de fondant verde. Las decoraciones son en fondant y la hierba la hice con crema de mantequilla con colorante verde y una boquilla especial. Era la primera vez que la hacía y me costo mucho porque la crema estaba muy dura y se me rompía la manga o salía disparada la boquilla, pero lo conseguí. Me invente un cuento para entretenerlos más, pero con el lío apenas ni me escuchaban, jajajaja. Nos lo pasamos muy bien, espero repetir.
Os pogo fotos y el cuento, por si alguna quiere contárselo a sus hijos. Un beso a todas.
Estuve mucho tiempo planeando mi taller, ¿Que voy hacer? La indecisión me perseguía, y sino les gusta, se aburrirán, relacionado con la lectura....Ainss que lío.
Nada, decidí que todo se resuelve poco a poco y deje transcurrir el tiempo. Ya había madurado mi idea y dio sus frutos. Magdalenas de fondant con adornos de libros y lo demás se lo deje a la creatividad e imaginación de los niños. Todo un éxito y ellos unos ¡Artistas!
Pero como no hay una sin dos y dos sin tres, decidí hacerlo también para la clase de mi hijo de 3 años y para la clase de al lado. Me he metido en un gran berenjenal. No importa, yo puedo con todo o por lo menos lo intenté.
A ellos no le iba hacer las magdalenas adornadas con libros ya que lo consideraba muy difícil para tan corta edad. Decidí hacerlas de bichitos: mariquitas, abejitas, orugas, caracoles....
A la vez que la hacía fui reduciendo la plantilla de insectos ¡ Tenía over booking de bichitos!
No me cogían tantos en la tarta. Me quede con las abejitas y las mariquitas. Eran más monas y sobre todo más fáciles de hacer para niños de 3 años.
Eran muchas magdalenas para tantos niños. Opte por lo fácil, comprarlas hechas y nosotros solo decorarlas. Para los pequeños pusimos nocilla encima ( me ayudaron muchas madres, un beso para todas) y fideos de colores de chocolate. Hicimos dos grupos y unos hicieron mariquitas y otros abejitas, que pegaron a la magdalena. Las colocaron todas encima de una mesa que habíamos puesto para la ocasión y yo añadí mi toque personal, MI TARTA FONDANT DE BICHITOS.
Hice un bizcocho de yogur y lo rellene de nocilla por dentro. Lo cubrí con crema de mantequilla y lo forre de fondant verde. Las decoraciones son en fondant y la hierba la hice con crema de mantequilla con colorante verde y una boquilla especial. Era la primera vez que la hacía y me costo mucho porque la crema estaba muy dura y se me rompía la manga o salía disparada la boquilla, pero lo conseguí. Me invente un cuento para entretenerlos más, pero con el lío apenas ni me escuchaban, jajajaja. Nos lo pasamos muy bien, espero repetir.
Os pogo fotos y el cuento, por si alguna quiere contárselo a sus hijos. Un beso a todas.
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Estas son las que hicieron los mayores. Unos artistas!!! |
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Y estas los pequeñitos. Una monería!!! |
LA ABEJITA DE MI
JARDÍN
Había una vez una abejita que vivía sola en mi
jardín. Yo la miraba desde mi ventana y me preguntaba:
- ¿
Porqué siempre está tan sola?
No
jugaba con nadie, no veía a ninguna mama regañandole o un papa dándole un
besito, ni siquiera un hermanito que le quitara los juguetes. Nadie, sola,
sola, sola.
Bueno no me conoceis soy la mama de Adrián,
Marivi. Y cuento cuentos y hago magdalenas. Buena combinación, que ricas.
Continuaré con la historia que no tenemos
tiempo.
Cuando Adrián era pequeñito me asome un día
desde mi ventana y la vi. Era muy chiquitita y parecía tan asustada, me daban
ganas de llevármela a casa pero no podía porque nos dá mucho miedo las abejas,
pinchan mucho y duele un montón. No podía hacer otra cosa que mirar.
Cada mañana me asomaba para ver que hacía. Me
daba mucha pena. Siempre revoloteaba alrededor de las flores, chupando su miel
y después se recostaba tan ricamente a dormir la siesta. Pero seguía estando
sola.
Los demás insectos la miraban pero no le
prestaban mucha atención. Bastantes cosas
tenían ellos como para preocuparse de una simple y solitaria abeja.
Al caracol siempre le dolía la cabeza porque
siempre estaba al sol y a la oruga siempre iba perdiendo parte de su cuerpo
cada vez que andaba, le faltaba pegamento.
- ¿ Que podemos hacer para ayudarla? Ya sé le
buscaremos una familia, que la quiera y que se preocupe por ella.
Otro
día desde mi ventana vi como llegaban una fila de mariquitas, iban todas
al mismo paso y cantando una canción, se les veía muy contentas. Estaba la mama
mariquita, el papa y un montón de hermanos más de diez , no, más de cien, no
más de mil, no, millonessss.
Venían huyendo de la lluvia, allá donde
vivían. Siempre estaba lloviendo y tenían tanto frío que nunca jugaban, ni
hablaban, siempre estaban acurrucaditas unas contra otra dándose calor. Por eso
decidieron venir a mi jardín. No es por nada pero mi jardín es precioso y muy
calentito porque siempre da el sol.¡¡¡ Que bonito es mi jardín!!!
Mi abejita las miraba con la boca abierta,
¡Nunca había visto tanta mariquitas juntas!
Decidieron quedarse en mi jardín. Así que
empezaron a jugar, a charlar, a saltar, hacían montones de cosas divertidas.
Un día que estaban jugando a la pelota, le
dijeron a la abejita:
- Eh tu! La que siempre está revoloteando a
nuestro alrededor, ¿porque no juegas con nosotros?
- ¿Yo?
- Si tu,¿ Es que acaso hay otra abejita por
aquí?
Ella miró a ambos lados y era verdad, se lo
decían a ella.
Desde ese día no paraba de jugar con ellas,
después se quedaba a comer y por último, incluso dormía con ellas calentita
entre las flores. La habían adoptado como parte de la familia. Ya tenia una
mama, un papa y un montón de hermanos. Que feliz era y yo también, le había
tomado cariño.
Pero otro día que me asomé a la ventana vi un
montón de abejas que venían volando haciendo dibujos en el aire. Era la familia
de mi abejita que por fin la habían encontrado después de tanto tiempo buscándola.
Ahora tenía dos familias.
Que feliz era ya nunca estaría sola .
Por cierto, no le hemos puesto nombre a la
abejita. ¿ Le ponemos uno?
¡ Y COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA
ACABADO!
FIN
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